"Estoy escribiendo esto después de recibir una inyección para intentar reducir el dolor en mis brazos, manos y dedos. El efecto secundario principal de este dolor es el entumecimiento de las extremidades, llenándome de un miedo no irracional de que perderé la capacidad de escribir... A menudo grandilocuentemente digo que la escritura no solamente es mi vida y mi sustento, sino mi verdadera vida, y es verdad".
Esto es una reflexión que Cristopher Hitchens hacía en uno de los últimos ensayos que el escritor y periodista inglés entregó a Vanity Fair, la revista para la que trabajaba. Hitchens era británico, pero se mudó a Estados Unidos a principios de los 80, llevaba un año sufriendo un cáncer de esófago y había decidido registrar “el año de vivir muriéndose”, como él mismo decía en un libro.
Para los que no lo conozcáis. Hitchens fue un grandísimo escritor que escribía novelas sobre la realidad. Eso sí, realidades siempre polémicas. En contra de la guerra de Vietnam, y a favor de la guerra de Irak, del aborto, de la píldora anticonceptiva, de la legalización de las drogas, de la eutanasia…aunque sus últimos libros y conferencias se centran en la inexistencia de Dios.
Quienes le conocieron dicen que simplemente era alguien que pensaba por él mismo, que no se dejaba llevar por las corrientes y que si algo le parecía mal, lo decía. Creo que hace mucha falta gente como él ahora mismo en nuestro país. He estado leyendo algunos extractos de sus obras, de entrevistas que tuvo, de sus artículos y hay un montón de frases que me han gustado. La primera es acerca de nuestra profesión. Una vez le preguntaron que por qué decidió ser periodista. Y él respondió: “porque no tengo que depender de otra gente para saber las noticias”. Como estas tiene muchisimas. Entre ellas:
“Existe, en los medios norteamericanos, una profunda creencia en que las verdades a medias son mejores que la ausencia absoluta de verdad”.
o
“Una razón para ser antirracista es el hecho de que ‘raza’ es una construcción sin validez científica. El ADN puede decirte quién eres, pero no qué eres”.
Sólo escuchando algunas de las cosas que decía podéis ver que era un escritor que usaba muchos juegos de palabras. Tenía una voz singular, llena de ironía afilada, de malicia, de un humor burlón y aunque no le gustaría oírlo, un humor inglés. Era capaz de atacar a la Madre Teresa y ser convincente. No me lo explico, pero era alguien que se hacía oír, y no le importaba si a la gente le gustaba o no. Su amigo y escritor, Martin Amis decía de él que pensaba como un niño (porque sus juicios eran más instintivos de lo que parecían, defendía la verdad y la justícia, como cualquier niño inocente), escribía como un autor distinguido y hablaba como un genio. Pero es que no sólo hablaba como un genio, sino que era un escritor magnífico, de hecho, era crítico literario en periódicos y revistas como The New York Times, Spy Magazine o Vanity Fair, por ejemplo.
Por eso, el libro que os recomiendo esta semana es Hitch 22, un repaso por su vida hasta la actualidad, desde su infancia en Portsmouth hasta su vida en Washington, desde donde ha escrito contra todo tipo de tiranías. Repasa la trágica historia de su madre, retratos de intelectuales como Chomsky, Said, Martin Amis o McEwans, así como el Oxford revolucionario de finales de los años 60 del siglo XX, cuando él estudió Filosofía, Ciencias Políticas y Economía, el ambiente intelectual y la izquierda radical de la Inglaterra de los 70, la guerra de Vietnam, las transiciones democráticas en Portugal, España, Chile o Polonia, entre otros muchos temas.En el camino recuerda los amigos, las batallas y las botellas, las grandes luchas y las causas perdidas, y los errores y las dudas que han definido su vida. Disfrutadlo.
Wikio
2 comentarios:
Interesante el artículo y el punto de vista de Hitchens. Me gusta lo de pensar por uno mismo y creo que así se puede encontrar la manera de ser feliz, así como dice él. Por supuesto, cada uno tiene su propia opinión sobre la verdad y sobre Dios, pero disfrutar del resultado de tus propios pensamientos me parece genial. yo lo estoy haciendo, creyendo en Dios y disfrutando de lo que otros que se quedan dentro de estándares impuestos por la sociedad no pueden disfrutar.
Pensad por vosotros mismos, gente.
Gracias Rebeca! en efecto, sólo se trata de eso, de pensar por uno mismo y no dejarse llevar por las masas. Por eso Hitchens era tan auténtico...y tan odiado, por eso de que las verdades duelen. Un abrazo guapa!
Publicar un comentario